Concientizar en las labores de reciclaje es una tarea del día a día que suma pedagogía y ejemplos claros para que los ciudadanos cumplan a cabalidad una tarea sencilla, pero crucial, de poner y separar los residuos en la fuente.
Los puntos ecológicos han sido incorporados a estaciones de servicio, hospitales, centros comerciales, en aras de promover una cultura ambiental sostenible, dada la situación de manejo de residuos que afronta el planeta. Ejemplos de cómo transformar el cotidiano de las personas son fácilmente comprensibles cuando éstas encuentran factores que las induzcan al cambio de manera voluntaria.
Según cifras de WWF (World Wildlife Foundation o en español la Organización Mundial para la Vida Salvaje) la sensibilización debe abordar no sólo la separación de residuos en la fuente sino la disposición estratégica de las canecas de basura y otro tipo de dispositivos a la mano de los ciudadanos porque eso genera una “reacción de bola de nieve” por parte de todos: quien deposita correctamente, motiva a otros a emular y hacer lo justo en cuanto a los procedimientos ambientales.
Han ocurrido cambios, inspirados en parte por el diseño industrial, de disponer de contenedores de basura para la recepción de todo tipo de residuos en ámbitos corporativos, comerciales y hasta educativos. Lo que es importante muestra de cómo hay un cambio de mentalidad que utiliza muchos recursos para mantener la conciencia de sostenibilidad.
Lo mismo ocurre con la adopción sistemática de canecas de reciclaje en el contexto organizacional y escolar: se facilita la curva de aprendizaje al permitir que este tipo de implementos se encuentren disponibles para uso intensivo en todos los ambientes. Los anteriores son dos ejemplos de cómo encontrar opciones para que la conciencia ambiental sea más que una buena idea, una acción a seguir por parte de todos.
Los contenedores de basura en Bogotá están siendo implementados en un proyecto piloto por la administración en calles concurridas. Hechos con biopolímeros, pretenden gestionar mejor el impacto ambiental a nivel urbano. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Hábitat y Ambiente (2016), se estima la inserción de éstos en una cifra de 500 por cada 1.000 habitantes. ¿Qué se pretende con ello? No sólo generar conciencia sino lograr que los ciudadanos depositen correctamente los residuos en puntos de reciclaje asignados por las autoridades.
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